Tu inventario personal de Diciembre: 10 preguntas desde la axiología para evaluar tu año.
- Innermetrix Latinoamérica

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Diciembre es, por naturaleza, un mes de cierre y reflexión. Entre los pendientes que terminan y los propósitos que comienzan a asomarse, pocas veces hacemos una pausa real para mirar más allá de los logros tangibles:
¿Cómo crecimos internamente?
¿Qué cambió en nuestra forma de pensar, decidir y valorar lo que nos rodea?

En Innermetrix creemos que el verdadero desarrollo no se mide en metas alcanzadas, sino en el nivel de conciencia con el que vivimos cada experiencia. Por eso, te proponemos un ejercicio distinto: realizar tu “inventario personal” de diciembre guiándonos desde la axiología (la ciencia del valor humano) que da fundamento al Attribute Index una herramienta creada para medir cómo pensamos y cómo valoramos, tanto a nuestro entorno como a nosotros mismos.
A diferencia de los listados tradicionales de “metas cumplidas”, este inventario no busca evaluar resultados, sino comprender los procesos internos y externos que te movieron durante el año: tu manera de interpretar la realidad, tus juicios, tus decisiones y tus valores en acción.
Aquí tienes 10 preguntas prácticas, 5 centradas en nuestro mundo externo del pensamiento y 5 en nuestro mundo interno, que ayudarán a cerrar el año con mayor claridad, equilibrio y propósito.
MUNDO EXTERNO: Cómo valoras y lees tu entorno
Estas preguntas exploran tu capacidad para entender a los demás, analizar contextos complejos y tomar decisiones con impacto práctico. En términos axiológicos, hablan de cómo percibes y priorizas el valor fuera de ti.
¿En qué momentos de este año logré ponerme genuinamente en los zapatos de otros?
La empatía no siempre surge de manera natural; requiere consciencia y disposición. Piensa en situaciones donde lograste comprender el punto de vista de alguien más, incluso cuando difería del tuyo. Reconocer estos momentos es clave para fortalecer tu pensamiento relacional y tu capacidad de conexión humana.
¿Qué decisiones prácticas tomé que realmente simplificaron y eficientaron mi vida laboral?
A veces, el verdadero avance está en hacer las cosas más simples, no más grandes. Este tipo de decisiones reflejan tu pensamiento práctico, tu habilidad para distinguir lo esencial de lo accesorio y priorizar con inteligencia.
¿Qué problemas complejos pude analizar viendo todas las piezas del sistema?
El pensamiento sistémico te permite ver más allá de lo inmediato. Recuerda los momentos en que lograste tomar distancia para entender cómo interactúan los distintos elementos de una situación: personas, procesos, emociones, consecuencias. Este tipo de análisis muestra una mente estructurada y con perspectiva amplia.
¿Cuál fue el conflicto interpersonal más relevante y cómo interpreté la situación?
Los conflictos no siempre son negativos; son espejos que muestran nuestra forma de leer a los demás. Reflexiona sobre cómo interpretaste las intenciones del otro, qué tan objetivos fueron tus juicios y si lograste mantener la empatía en medio de la diferencia. Aquí se revela gran parte de tu madurez emocional y ética.
¿Qué tan consistentemente actué en función del impacto de mis decisiones en los demás?
Este es un indicador profundo de tu brújula ética. Evalúa si tus acciones consideraron el efecto que podrían tener en otros: compañeros, familia, equipo. Actuar con conciencia del impacto humano de nuestras decisiones refleja una evolución en el pensamiento práctico y moral.
MUNDO INTERNO: Cómo te entiendes y valoras a ti mismo
Aquí exploramos tu capacidad para mirarte con objetividad y aprecio. Estas preguntas se vinculan con la autoestima, la claridad de rol y la autodirección: las bases de una vida coherente y con propósito.
¿Cuándo me sentí más seguro/a de mis capacidades este año?
La autoconfianza no depende solo del resultado, sino del proceso. Identifica los momentos en que actuaste desde tu competencia, incluso si los resultados no fueron perfectos. Esas experiencias revelan tus fuentes genuinas de seguridad interna.
¿Qué aprendizajes redefinieron la forma en que veo mi rol profesional o personal?
A veces no cambiamos de posición ni de título, pero sí evolucionamos en la manera de ocupar ese espacio. Piensa en lo que aprendiste este año sobre ti, sobre tu propósito o sobre cómo aportas valor a los demás. Los aprendizajes que transforman tu rol interno son los que realmente perduran.
¿Qué decisiones tomé con total responsabilidad y sin buscar validación externa?
La autodirección implica actuar desde la convicción, no desde la aprobación. ¿Cuántas de tus decisiones nacieron de lo que realmente consideras correcto, más allá de las expectativas externas? Esta pregunta revela tu nivel de independencia interna y madurez emocional.
¿En qué áreas siento que me traicioné un poco —que no fui totalmente fiel a mis valores?
Esta es una de las preguntas más poderosas. Todos tenemos momentos en los que cedemos, callamos o actuamos en contra de lo que creemos. Identificarlos sin juicio, solo con conciencia, te permitirá reconectar con tus valores y definir límites más claros para el próximo año.
¿Qué nuevas habilidades internas descubrí que no sabía que tenía?
Este año, más allá de habilidades técnicas, ¿qué fortalezas emocionales o mentales emergieron en ti? Quizás descubriste resiliencia, paciencia, enfoque o empatía en niveles que no imaginabas. Reconocer estas capacidades invisibles es esencial para seguir creciendo con confianza y autenticidad.
Y ahora, ¿qué hacer con tus respuestas?
Una vez que hayas respondido estas 10 preguntas, es momento de analizar y transformar tus reflexiones en acciones conscientes. No se trata de juzgarte ni compararte con otros, sino de identificar patrones, reconocer aprendizajes y generar un plan interno que guíe tu 2026.
Identifica patrones y consistencias:
¿Pensaste más en los demás o en ti mismo? ¿Actuaste desde la claridad o desde la reacción? Reconocer estos patrones te permitirá comprender tus mecanismos de decisión, tus fortalezas dominantes y las áreas donde puedes ganar mayor equilibrio.
Señala tus aprendizajes clave:
Cada respuesta encierra una enseñanza. Anota situaciones que te hicieron crecer, desafíos que te transformaron y momentos donde descubriste nuevas capacidades internas. Este registro consolida tu aprendizaje y te da un mapa claro de tu evolución durante el año.
Define tu intención axiológica para 2026:
No es una meta, sino una dirección interna que guiará tus decisiones con coherencia y valor. Por ejemplo:
“Quiero decidir desde la serenidad, no desde la prisa.”
“Quiero fortalecer mi rol con límites más claros.”
“Quiero actuar con empatía sin perder mi centro.”
Esta intención será tu brújula interna y permitirá alinear cada decisión, proyecto o interacción con tu verdadero propósito.
Conecta tus reflexiones con acciones concretas:
Piensa en pequeños pasos diarios o mensuales que te acerquen a vivir tu intención plenamente: hábitos, conversaciones, decisiones profesionales o ejercicios de autoconocimiento. La acción convierte la reflexión en resultados tangibles.
Integra el autoconocimiento con herramientas profesionales:
Si quieres profundizar y medir tu evolución de manera objetiva, realizar tu Attribute Index de Innermetrix Latam te permitirá transformar estas reflexiones en métricas claras y personalizadas. Esto facilita planificar tu crecimiento con estrategia y autenticidad.
Conclusión
Cerrar el año no es solo mirar atrás y revisar logros; es reconocer el valor de todo lo que nos hizo pensar, sentir y evolucionar. Cada experiencia, cada desafío y cada éxito nos habla de nuestros valores en acción, de nuestras fortalezas y de los aspectos que merecen mayor atención.
En Innermetrix acompañamos a personas y organizaciones a convertir la reflexión en conocimiento profundo y acción consciente. Herramientas como el Attribute Index permiten transformar la introspección en información clara y medible, dando forma a planes de desarrollo auténticos y sostenibles.
Si quieres profundizar y convertir estas reflexiones en un plan de desarrollo medible, el Attribute Index de Innermetrix puede guiarte a transformar la introspección en acción concreta.
Al cerrar el año desde la axiología, no solo identificamos lo que logramos, sino cómo lo logramos: qué valores guiaron nuestras decisiones, qué fortalezas emergieron y cómo podemos alinear pensamiento, conducta y entorno para crecer con coherencia.
Porque cuando te conoces desde el valor, cada cierre se convierte en una oportunidad de renacer, de actuar con más conciencia, de tomar decisiones con propósito y de iniciar el próximo año con autenticidad, claridad y confianza.




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