Inteligencia emocional: Las competencias que no te enseñaron en la escuela
La capacidad para expresar, comprender y experimentar sentimientos, ya sean propios o ajenos, se le conoce como Inteligencia Emocional, una característica que muchos poseemos pero que no somos necesariamente conscientes de su existencia. Puede afectar, de manera directa o indirecta, cualquier ámbito de nuestra vida, ya sea en el hogar, en el trabajo o en la escuela.
La inteligencia emocional es un recurso que dota a una persona de cualidades que le permiten tener éxito en la sociedad, puesto que son capaces de sentir e identificar sus propias emociones, ser empáticos con los demás, mejorar y fortalecer las relaciones interpersonales, entre muchas otras aptitudes. Se puede utilizar incluso para liderar un grupo de personas, motivar (a otros y a sí mismo) o para enfrentar problemas emocionales de gran impacto mental, como la depresión, la pérdida de un ser querido o la ruptura en una relación.
Lamentablemente, sin Inteligencia Emocional, puede resultar que tenemos menos control de nuestras emociones, o que nos pueda costar trabajo identificar sentimientos ajenos (o que no sabemos cómo reaccionar ante ellos), y, además, se nos puede hacer difícil tener relaciones cordiales con compañeros de trabajo o superiores. Esto puede generar un efecto negativo a largo plazo.
Para entender el impacto que puede tener la inteligencia emocional en las empresas, debemos conocer cuáles son las consecuencias de no desarrollar estas aptitudes personales e interpersonales, y qué se puede hacer para desarrollarla.
Consecuencias de no enseñar la Inteligencia Emocional en las empresas
De acuerdo a lo expuesto en la obra “La Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman, las personas que no logran desarrollar la inteligencia emocional son propensos a sufrir consecuencias en todo el ámbito social, tal como: Aislamiento social, dependencia, fatiga, mal humor, ansiedad al estar en grupos grandes, miedo escénico, ataques de nervios, depresión severa, falta de atención, inquietud, problemas para dormir, bajo rendimiento en tareas de coordinación y concentración, impulsividad, entre otras afecciones.
En las escuelas, por ejemplo, se les enseña a los niños que socializar es muy importante para poder hacer amigos, sin embargo, no se le hace hincapié en el entendimiento de las emociones y sentimientos ajenos, cuestión que genera una conducta egoísta y desinteresada en algunos casos.
Este desinterés por crear lazos emocionales va desencadenando otras conductas negativas (así como expone Goleman en su obra), las cuales se irán arraigando mucho más en la etapa de adolescencia, y que, posiblemente, generarán un impacto significativo en la personalidad, conducta y forma de pensar del individuo.
Cómo se puede desarrollar la inteligencia emocional en las empresas
Ahora, ¿cómo podemos inculcar la inteligencia emocional en el ámbito profesional? A simple vista se podría decir que la inteligencia emocional va más allá de una asignatura o una actividad educativa. La inteligencia emocional es una cualidad que se va desarrollando poco a poco, por lo que las empresas pueden desarrollar actividades recurrentes para que sus trabajadores participen y generen un lazo empático con el resto de las personas, así como adquirir un mayor control de sus emociones.
Entre las actividades más efectivas para desarrollar la inteligencia emocional en las empresas está:
Tener un diario de sus emociones: Al final de cada día sus empleados pueden escribir qué hicieron y cuales son las emociones que sintieron, y cómo reaccionaron. Al largo plazo sus empleados pueden ir analizando sus tendencias y dónde tuvieron una reacción exagerada.
Meditar: Nuestras emociones tienden a descontrolarse cuando no tenemos el tiempo de procesarlas y entenderlas. La meditación ayuda a regular sus emociones, y nos aprende a tomar más tiempo para entender nuestras emociones.
Descubrir cuál es son las motivaciones intrínsecas de sus colaboradores. Aquí hablamos de entender los valores de una persona. Muchas personas desconocen sus propios motivaciones intrínsecas y pueden terminar trabajando por algo que contradice sus valores y desmotivarse totalmente. Para descubrir las motivaciones intrínsecas de una persona, tenemos una evaluaciones de motivadores, el Value Index®
Hablar menos, escuchar más: Lo más difícil probablemente, escuchar significa dejar al otro interlocutor explicar su punto de vista sin interrumpirlo o preparar a la respuesta que va a dar, dejar de lado el escepticismo y darle chance de explicarse.
Adoptar una posición contraria a la suya: Empieza haciéndose preguntas sobre el punto de vista contrario. Si usted piensa que su colaborador tiene un comportamiento inadecuado, intente defender sus acciones imaginando que harían en su situación
Es importante cubrir actividades similares, ya sea de manera informal o por períodos planeados. Al largo plazo permite transformar a su empresa en un lugar más inclusivo y con un ambiente de trabajo agradable y valioso.
El Attribute Index® de Innermetrix le permite medir hasta 78 habilidades blandas incluyendo alrededor de 30 competencias de inteligencia emocional.
Para descubrir cual es son sus habilidades de inteligencia emocional, contactenos y le enviaremos una evaluación de cortesía.